El graduado de la UNLaM que recibió el regalo de un campeón del mundo

Marco “Tito” Gradin, es un vecino de la localidad de Moreno, que en el año 2017 empezó su trayecto universitario en la UNLaM. Cinco años después, Marco se recibió de abogado y destacó a la Universidad como un espacio “maravilloso, donde es muy difícil destacar algo por sobre otras cosas porque tanto el espacio, como la limpieza, los docentes y la comunidad estudiantil son excelentes”.

“Si tuviera que agradecerle algo específico a la UNLaM es haberme dado la posibilidad de conocer a las personas que formaron parte de mi grupo de estudio, que hoy en día, son más que amigos, son colegas, se recibieron conmigo y me ayudan en el día a día. Eso también habla muy bien de la universidad porque te forma como persona y a la comunidad que te rodea”, destacó Marco, quien además se encuentra cursando la especialización en Derecho Administrativo en esta Casa de Altos Estudios.

El encuentro con Julián

En sus vacaciones por Inglaterra, “Tito” que se encontraba paseando por las calles de Liverpool, reconoce a lo lejos a un joven argentino de 22 años con un gorro negro. Era, nada más ni nada menos que, Julián Álvarez. “Lo primero que me generó fue una emoción tremenda, incontrolable, al punto de estar llorando y temblando porque no podía creer que lo tenía enfrente. Después cuando caí, sentí más de lo que yo ya sentía: orgullo, admiración, es un pibe súper humilde, que lo demuestra siempre cada vez que da una entrevista y poder hablar con él, me hizo confirmarlo”, cuenta el joven, que además, es fanático de River.

La historia no termina en ese encuentro casual. Durante la misma semana, en el encuentro entre Manchester City y Tottenham, donde la araña convirtió un gol, Marco decidió comprar entradas para una de las tribunas más cercanas al campo de juego y asistió con un camperón de River Plate. Una vez finalizado el partido, llegó lo inesperado para él.

“La idea de pedirle el short se dio de forma natural en el estadio. Yo nunca le pedí el short. Ahí es donde corre un papel fundamental la humildad de Julián Álvarez. Cuando termina, él mismo se da vuelta y empieza a caminar hacia mí y me dice cuando me abraza: “Perdonáme, no te voy a poder dar la camiseta, ya la tengo reservada, pero te voy a dar mi short”. Yo nunca se lo había pedido, con el abrazo ya estaba conforme pero se dio eso que generó un recuerdo imborrable, inolvidable y único”, explicó emocionado Marco.

Final más que feliz para el joven abogado que coronó sus vacaciones con el inolvidable regalo de Julián Álvarez, uno de los campeones del mundo que supo alegrar a todo un país aquel 18 de diciembre de 2022.

Tomás González
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