
18 Jun Efemérides varias de junio
Una semana de dolorosas conmemoraciones históricas
Del día catorce al día veintiuno de junio, el Calendario escolar y la imprescindible memoria popular señalan cuatro hechos significativos.
14/6/1982: rendición de las fuerzas argentinas en la Guerra de Malvinas.
El General de Brigada Mario Benjamín Menéndez firma la rendición en Puerto Argentino. Horas después esa decisión (inicialmente rechazada por el mismo) es avalada por el renunciante Presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri.
Heridas post guerra
La Guerra de Malvinas no sólo dejó un importante número de muertos, la mayoría jóvenes e inexpertos conscriptos, sino la evidencia de la cobardía de gran parte de la comandancia de las Fuerzas Armadas argentinas, que fue capaz de ordenar torturas y castigos severísimos a los soldados, aun en las condiciones sumamente adversas en las que se encontraban. Pero además, dejó en evidencia su falta de competencia y ética profesional para dirigir una guerra, tal como quedó evidenciado en el informe interno escrito por la Comisión Rattenbach luego de finalizado el conflicto.
Tomado del diario “El sureño” (Tierra del Fuego), el 17/6/2020.
Esta última nota periodística nos exime de mayores comentarios, sobre las características de buena parte de los responsables de la conducción de la Guerra.
16/6/1955: aviones de la Marina de Guerra (y algunos de la Fuerza Aérea) bombardean la Casa de Gobierno, la Plaza de Mayo y adyacencias. Se estiman más de trescientas (300) personas, la mayoría civiles, incluidos varios niños, ya que las bombas alcanzaron “de lleno” a un micro escolar.
Lo interesante de la historia es que nos muestra personajes ligados por “su sangre” a hechos destacados y delicados de nuestro pasado. Otro Benjamín Menéndez había protagonizado con pocos oficiales del mismo Ejército el levantamiento contra el gobierno constitucional del General Perón el 28 de setiembre de 1951. Y era tío de dos militares “conocidos”: Luciano Benjamín Menéndez (condenado por delitos de lesa humanidad en 2009 –comandante del III cuerpo de ejército en Córdoba desde 1975, iniciando una serie de responsabilidades en secuestros, torturas y desapariciones-) y de Mario Benjamín Menéndez, el arriba citado firmante de la rendición en Malvinas.
Muchos políticos e historiadores (y algunos ciudadanos como yo) se preguntan por qué el tío Benjamín no fue fusilado como indica el Código Militar para quienes se alcen contra el gobierno.
Decisión nunca tomada por su superior y compañero de armas General Juan Domingo Perón. Tal vez muchas vidas inocentes se hubiesen salvado.
Debajo se reproduce el comunicado con el cual se anuncia la sublevación en setiembre de 1951. Tomado de “El historiador”, Felipe Pigna.
¡ARGENTINOS!
Una vez más -¡ojalá sea la última!- las fuerzas armadas deben hacer momentáneo abandono de sus tareas específicas, en salvaguardia de los más sagrados intereses de la Nación conculcados por un gobierno que, a través de una prédica demagógica y de permanente engaño, no ha trepidado en llevar a la Nación a una quiebra total de su crédito, interno y externo, tanto en lo moral y espiritual como en lo material. Historiar los actos de gobierno que han conducido a esta situación resultaría pueril, ya que son de público conocimiento y están en la conciencia de todo hombre de bien, sea cual fuere la esfera social en que actúa. Los que tenemos el privilegio de vestir el uniforme de la Patria y ser por ello, en primer término, fieles custodios de sus más puras glorias y tradiciones, como también del honor y del prestigio de sus instituciones armadas, no podíamos permanecer impasibles a este proceso de descomposición general, que amenaza llevar a la República al derrumbe total de aquellos valores substanciales que concitaron siempre la consideración y el respeto de todos los pueblos civilizados.
Por lo expuesto, he resuelto asumir hoy ante el pueblo de mi Patria la extraordinaria responsabilidad de encabezar un movimiento cívico-militar, que por sintetizar un sentimiento casi unánime deberá conducirnos, indefectiblemente a dar término a una situación que no puede ya ser sostenida ni defendida. Cuento para ello con el apoyo de las fuerzas de tierra, mar y aire, y el respaldo de la ciudadanía representada por figuras prominentes de los partidos comprometidos a una tregua política que asegure la más amplia obra de conciliación nacional y el retorno a una vida digna, libre y de verdadera democracia.
¡ARGENTINOS! ¡VIVA LA PATRIA!
GENERAL MENÉNDEZ
Buenos Aires, 28 de septiembre de 1951
Fuente: www.elhistoriador.com.ar
17/6/1821: muere en las cercanías de la ciudad de Salta el General Martín Miguel de Güemes, herido en una escaramuza unos diez días antes. Antes de morir compromete a sus oficiales a no rendirse al invasor realista. Único General de nuestro ejército fallecido en acción de guerra contra un enemigo externo.
20/6/1820: muere en Buenos Aires el abogado y especialista en economía, devenido en militar por necesidades de la Revolución a la que adhirió en 1810, Dr. General Manuel Belgrano.
Luego de las derrotas de Belgrano en el Alto Perú en 1813 y de la asunción del mando por José de San Martín, al frente del Ejército del Norte (hasta su cambio de estrategia y paso a Mendoza), Güemes lo había remplazado con sus milicias (los Gauchos de Güemes o División Infernales), esencialmente gauchos de las inmediaciones salteñas que le respondían ciegamente. La creación de ese grupo es una determinación del mismo Martín Miguel que no había logrado esa decisión del gobierno central (a cargo del Director Supremo), en Buenos Aires.
Texto de la notificación al Director Supremo de la creación por Güemes, entonces Gobernador de Salta de ese escuadrón.
«No dudando del beneplácito de V. E. he organizado una división de caballería compuesta de dos escuadrones de a dos compañías, cada una de cien plazas; y he dispuesto se les instruya en todo lo necesario al desempeño del servicio de infantería, para que puedan ser ocupados así a pie como a caballo, con la denominación de División Infernal de Gauchos de Línea. A la fecha se halla con la fuerza que manifiesta el Estado que adjunto a V. E. armada por ahora con fusil y bayoneta. Su disciplina es ya regular en una y otra arma, tanto que la considero suficiente para el desempeño del servicio en campaña y en guarnición».