“El destino del ferrocarril está en manos de los pueblos”

Reportaje a Marcelo Fabián García, Jefe de la Estación de Ferrocarril de Sierra de la Ventana.

 

Bastante desapercibido por las grandes mayorías de la sociedad bonaerense, avanza raudo e inexorable el  cierre de la empresa ferroviaria Ferrobaires. Para el 15 de marzo venidero está programada la liquidación final de la mencionada empresa bonaerense, según el decreto 1100-E/2017 firmado por María Eugenia Vidal a finales de diciembre.

En este contexto, decidimos reportear a Marcelo Fabián García. Jefe de la Estación de Ferrocarril de Sierra de la Ventana, municipio de Tornquist, Marcelo viene luchando y brindando testimonio en diversos medios de comunicación, en una patriada para generar conciencia social sobre lo que le está ocurriendo a los ferrocarriles y la gravedad de la situación, que incluirá dramáticas circunstancias para los pueblos cuya vida estaba fuertemente ligada al paso del tren por la zona, y un cuadro que incluye a una dolorosa cantidad de trabajadores del ramo, que perderán su empleo.

Amable en sumo grado, nos atendió por vía telefónica y desde ya, nos comprometimos no sólo a compartir este reportaje sino a dar la mayor colaboración posible, desde las Huellas Suburbanas, para esta causa auténticamente nacional que es el forjar y garantizar la vuelta del tren a su apogeo y desarrollo estratégico.

Marcelo, tras el decreto firmado por la gobernadora Vidal para disolver Ferrobaires, ¿En qué estado se encuentran los trabajadores del área?

Esa decisión ya se encuentra en plena ejecución. Ya está en el ministerio de Economía para su liquidación final. El 15 de marzo Ferrobaires, o la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial, como se la conoce, ya queda liquidado. En estos días firmaremos el retiro acordado, cuestión que ya está homologado por el ministerio de Trabajo. Y ahí estamos, tratando de hacer algo, con todo el tiempo que nos sobra ahora…

Según tenemos entendido, se gesta una transferencia al área de Nación, pero, ¿Ello no generará una gigantesca pérdida de fuentes de trabajo?

Seguramente terminaremos siendo unos 1500 ferroviarios en esta provincia los que quedaremos despedidos. A Nación se transfieren 1044 compañeros, que son para prestar los tres servicios considerados prioritarios por la gobernadora y por Nación, que son los ramales Constitución – Mar del Plata, Constitución – Bahía Blanca por vía Lamadrid, y Retiro – Junín, solamente esos.

O sea que todo el resto del trazado provincial…

… por el momento quedará sin reactivarse. Está bajo control de Nación, que por lo visto no tiene ninguna intención de reactivarlo, al menos en el corto plazo.

¿Ello atañe tanto al transporte de pasajeros como a cargas?

No, el área de cargas de estos ramales está concesionada a una empresa desde la década del 90. El drama recae sobre el transporte público de pasajeros.

Lo cual genera un perjuicio enorme para miles de familias que utilizan el tren…

Por supuesto; acá en Sierra de la Ventana estamos en una comarca netamente turística y ya se vio afectada durante esta temporada. También perjudicó el movimiento logístico de las encomiendas. Acá recibíamos entre 300 y 400 encomiendas por tren, tanto para particulares como para los comercios de la zona. Nosotros cobramos por peso y no por cantidad. Ahora, al ser toda la logística enviada por transporte automotor donde se cobra por bulto, los precios son más caros… en resumen, este cambio implica un perjuicio al bolsillo del consumidor. Nos han metido dentro de un círculo vicioso.

Evidentemente quienes toman las decisiones lo hacen sin el menor remordimiento y sin evaluar en lo más mínimo todo este drama que acarrean…

Claro, esto creo que nació con la intención de poner a algunos servicios públicos por encima de otros. Ese tipo de resolución no va. Porque hasta junio de 2016 teníamos todos nuestros trazados funcionando a pleno en la provincia. Entonces no podemos fijar una transferencia dándole prioridad a unos servicios por sobre los otros. Acá somos todos bonaerenses, tenemos las mismas necesidades que los que tienen un servicio “prioritario”.

¿Y qué repercusión está teniendo esta situación entre los habitantes de la zona? ¿Les han brindado respaldo?

Sí. De hecho, ya veníamos trabajando en asambleas desde que se paralizó el servicio en 2016. Fuimos gestionando, pero lamentablemente los tiempos políticos no son los tiempos de la gente.

Tristemente eso suele darse de ese modo…

Y bueno, igual fuimos gestionando sin resultados hasta el momento; pero yo calculo que la implosión de todo esto lo hizo el decreto 1100 firmado por la gobernadora Vidal, en el que da por terminada a la empresa, despide al personal y cierra todas las estaciones de los ramales que no fueron reactivados. Y la gente ve la estación cerrada y comprende que es algo sin retorno. Lo que hizo que ya se movilizaran masivamente en todos los pueblos, se multiplican los reclamos, emergen los políticos locales, o sea hay una movida muy grande a favor de la reactivación del servicio.

¿Se hace hincapié, además, en la defensa de los puestos de trabajo?

Si desde ya. Luchamos para ello. Cualquier despido, dos, cinco, son dolorosos. Ahora, cuando son 1500… a nivel de la provincia creo que es un impacto muy fuerte.

En Sierra de la Ventana la repercusión fue notoria…

La particularidad de Sierra de la Ventana es que apenas se conoció la resolución –yo dejo en teoría, el servicio este 15 de marzo – del cierre de la estación, hubo un movimiento tan rápido, que llegó hasta la intendencia de Tornquist. Y como desde hace un tiempo yo estoy formando un museo ferroviario aquí, desde mi puesto de trabajo en la estación, la intendencia lo consideró de interés turístico, y aparte consiguieron que Trenes Argentinos abran una boca de expendio para vender desde acá los pasajes. Personalmente, pasaría a desempeñarme como personal de planta municipal, y las estaciones pasarían a la órbita municipal en comodato. Quedaría a cargo del museo y de la boletería. Como primera salida me parece perfecto, pero resta continuar la lucha por la reactivación plena del servicio.

Desde Morón, nos ha llamado gratísimamente la atención el estado de conservación de la estación que operás. También de los elementos que están contenidos en el lugar. Al convertirse en museo, ¿se rescata todo lo que contiene la estación?

Por supuesto. La estación va a vender boletos y seguiremos con el desarrollo del museo interior y exterior, con los elementos antiguos, que estoy llevando adelante. Pienso que pasaré a la órbita de turismo o cultura, desde donde habrá gente entendida que sabrá cómo manejar mejor este proyecto a nivel turístico. Por otra parte, partimos del marco legal que fijaba la Provincia; a partir del 15 de marzo queda como sucedió durante los años 90, las estaciones sin protección y a la buena de Dios; lo que quiso lograr el intendente, entonces, es que antes del 15 se fijara un comodato para pasar nuestra estación al ámbito municipal.

Raíces ferroviarias, pasión de origen

Marcelo, ¿Una vida entera, de toda la familia, al servicio del ferrocarril?

Claro, mi papá falleció siendo Jefe de Estación de Sierra de la Ventana. Lo sucedió mi hermano, y como en aquellos tiempos de las empresas públicas, cuando fallecía un empleado, el hijo tenía una vacante si quería, entonces ahí ingresé yo también a la carrera ferroviaria, en 1988. Nosotros tenemos muy bien incorporado lo que es el trabajo ferroviario y lo queremos como a parte nuestra de nuestra vida cotidiana. Ser ferroviario es una pasión, es tratar de reconstruir lo que antes se destruyó. Y no sólo por nosotros: también para las generaciones que no saben lo que es un ferrocarril, nunca lo vivieron, pero con todos los elementos que poseemos, podemos contar la historia.

Además, está comprobado que sigue siendo el sistema de transporte de pasajeros más seguro, más confortable también y más económico que hay en el país, y en verdad también en el mundo…

Así es. Y en este aspecto se debería cambiar un poquito la mentalidad de quienes nos gobiernan, para que lo entiendan al ferrocarril no desde los números sino como un desarrollo estratégico del país. En lo que se llama Primer Mundo tienen esa visión, y acá ahora estamos en la antítesis de eso. Por eso estamos como estamos, lamentablemente.

Te pido una última reflexión Marcelo, que puede ser que incluya a centenares de compañeros ferroviarios también de los talleres de Haedo y Castelar, que es la zona desde la cual realizamos esta  publicación: En medio de semejante drama, ¿Pueden avizorar alguna esperanza hacia un futuro no muy lejano? Si es que la hay, claro.

Yo creo que con esto último que ha ido pasando, le aniquilan la esperanza a cualquiera. Pero hay algo que dije siempre y lo sostengo: nosotros luchamos hasta lo último. No pudimos. Ahora está en manos de los pueblos decidir qué es lo que quieren hacer para presionar y lograr que se revierta esta situación. Nosotros apoyamos desde atrás, porque amamos esto, la mayoría somos ferroviarios de carrera, de mucha experiencia y vamos a contar lo nuestro. Ahora depositamos la esperanza en cada uno de los pueblos donde están los talleres, los ferroviarios viven en esas localidades… hoy creo que desde ahí va a surgir la fuerza que logre revertir esta situación.

Nos corresponde a los ciudadanos multiplicar la difusión para acompañar esta lucha, y así no permitir que los aíslen en sus reclamos.

Yo pienso que ustedes, los periodistas ya sean de radio, que escriben, que forman parte de medios de comunicación, son los que deben trasladar esta necesidad y esta tragedia, para que se conozca y se expanda en diferentes lugares. Así estamos llegando a muchas zonas donde no se conocía nuestra situación.

La tristeza, de momento, prevalece…

La tristeza que me embarga en estas situaciones, es que muchos ferroviarios de carrera quedaron en el camino. Me duele que no hayamos sido vistos con la importancia que merecen quienes desarrollan un servicio público para la gente. La falta de consideración, el reducirnos a ser un número y no querer aprovechar la capacidad y la experiencia de esas personas. También me toca seguir dándoles fuerzas a mis compañeros, desde donde pueda, para que sepan que no está todo perdido, para que cada uno luche desde su pueblo para torcer este presente. Creo que es la forma en que vamos a lograr hacernos escuchar. Hoy el panorama que nos trazaron es negro, pero en el mediano o largo plazo vamos a recuperar la sonrisa.

Que vuelva el tren. Lo necesitamos, como ayer, y como mañana.  

Daniel Chaves
dafachaves@gmail.com