
06 Feb “Debemos avanzar hacia un esquema de conducción política colegiada, que permita discutir a fondo lo estratégico…”
Entrevista al Dr. Jorge Rachid
Por: Lic. Soledad Abella y Daniel Chaves
Jorge Rachid es un cuadro político de permanente consulta y referencia para nuestra publicación. Hemos conversado varias veces con él para que nos profundice acerca de diversas temáticas en diferentes etapas de nuestra coyuntura, además de ser lectores de sus habituales artículos y ensayos histórico-políticos con los cuales continúa aportando su experiencia militante apuntada, como él siempre sostiene, especialmente hacia las generaciones más jóvenes de militancia nacional y popular.
En esta ocasión nos encontramos frente al palacio de Tribunales, en la previa al acto con movilización que se realizó días atrás hacia el emblemático edificio, en abierta protesta contra los integrantes –y su funcionamiento- de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En tal contexto, y con los infaltables cafecitos sobre la mesa, comenzó el fluido intercambio.
Desde hace años sos casi un habitué de la casa de enfrente (risas) por distintos reclamos al Poder Judicial, ¿Qué magnitud esperás que alcance esta movilización?
Podemos hablar de varias dimensiones de magnitud. Puede ser política, cualitativa, cuantitativa o puede ser un desencadenante de otras cosas. Todas esas miradas juntas pueden concurrir a un hecho como éste en cuestión. Esta movilización quizás no forma parte de las angustias cotidianas del pueblo, aunque sí la sufre por esta Corte corrupta, canalla, delincuencial y criminal que tenemos. Lo que hoy demuestra el servicio de Justicia es el proceso de colonización cultural de las últimas cinco décadas en Argentina; el cual no solamente fue de formación de sentido, sino que además fue cultural, económico, financiero e institucional. Y en cinco décadas ninguno de nosotros está impoluto. El neoliberalismo, como el machismo, son pautas culturales contra las que tenés que luchar diariamente, resignificarlas y además deconstruirte para poder construir lo nuevo. Tantas décadas signadas por este flagelo, nos ha llevado a tener un Estado debilitado y enfermo.
Frente a eso, el piso de demandas populares crece más y más…
Sólo en caso de gobernar un gobierno popular. El piso de demandas es cada vez más alto. Entonces comenzás a pelear para conservar ese piso, pero por el contrario, tras cada irrupción neoliberal, dejan el piso más lejano a las mejores aspiraciones que ha tenido nuestro país. Dicho esto, esta manifestación a Tribunales tendrá un fuerte efecto desde lo simbólico y desde lo político. Si algo maniató al gobierno nacional y popular desde que llegó, o en los 12 años de Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández), fue esta Corte que es una máquina de impedir. Pensemos Vicentín; pensemos las redes de internet como un servicio público…
… en su época, los amparos contra la Ley de Medios…
Y pensemos en la criminalidad de haber declarado inconstitucional un DNU para cuidar vidas. Y provocaron estos 4 canallas 42000 muertos en 3 meses, cuando en un año habíamos tenido 56000 muertos, por el negacionismo de (Horacio) Rodríguez Larreta y (Juan) Schiaretti; obviamente 4 tipos que no iban a trabajar por miedo al virus, mandaron al espacio público donde está el virus a 16 millones de personas.
En relación al tema de la Justicia, sigue siendo un núcleo cerrado donde no se promueve el saber comunitario para un correcto ejercicio de los derechos…
El pueblo los sufre. Ya decir “Palacio” te define; frente a una “Corte” en un palacio. Y encima la adjetivamos como “Suprema” donde habitan “sus excelencias”. Es absolutamente monárquico, anclado en el tiempo, absolutamente discrecional, y esto afecta la vida del pueblo en su conjunto, porque la justicia está hecha para el ejercicio del Poder. No puede ser revisada en términos populares, a menos que vayamos a una Constituyente con posibilidades de modificar su estructura pétrea, donde incluso evocando un término mafioso, “la familia judicial” se va transformando en una constante. Tres de los cuatro jueces de la Corte Suprema ya tienen a sus hijos puestos como jueces en la justicia nacional.
Todo un dato…
La solución, entonces, es reformular, intrínsecamente, todos los mecanismos de articulación, toma de decisiones y de legislación que tenga que ver con fallos en función de democratizar el poder. Pero si la Justicia no accede a un proceso de renovación, va a seguir siendo una herramienta del poder hegemónico en Argentina.
Días atrás, Máximo Kirchner renunció a presidir el bloque de Diputados nacionales del Frente de Todos, en discrepancia por el acuerdo concretado entre el Poder Ejecutivo y el FMI para renegociar deuda externa contraída por el gobierno anterior. ¿Creés que eso puede afectar de algún modo los ánimos generales de la militancia, por ejemplo aquella que se dio cita acá frente a los Tribunales?
Creo que no influye, porque esto que hacemos acá es, esencialmente, buscar darle una caracterización correcta al movimiento nacional y popular. Acá y en cualquier lugar donde se constituye un movimiento de estas características, es denso, contradictorio y profundamente debatido en cuanto a las miradas que lo componen. El movimiento nacional es una suma de complejidades que hay que ir resolviendo. Que tiene en estos momentos un eje político, ideológico, doctrinario y filosófico que reivindico, que es el peronismo. Que no lo inventó Perón, esto viene desde el fondo de la historia, del sincretismo de las subjetividades de los pueblos originarios, los negros, zambos, mulatos, criollos e inmigrantes. Es una identidad en construcción, la propia Matria Grande. La conciencia colectiva de los pueblos, por eso que decía Rodolfo Kusch del “estar situado” en algún momento florece, y los tiempos los establece el pueblo, y no una determinada actuación de uno o varios dirigentes.
Esto viene de la mano de lo que siempre conversamos contigo, la cuestión del colonialismo y la colonización cultural…
Una práctica certera y bien realizada del opresor es borrar la identidad de la memoria. Y si no, fijémonos en los billetes: suprimir a nuestra historia por animales. El enemigo trabaja en el aplacamiento de la identidad y, si es posible, la destrucción de la memoria. Los medios hegemónicos apuntala esto porque dejaron de ser medios de comunicación, ya son factores de poder… y junto a los fondos buitre, la corrupción emanada desde la Embajada, el Lawfare y demás herramientas con las que se atraviesa a toda la región, reinstalan a una vieja derecha, que de nueva no tiene nada y que siempre intenta el camino más corto, que es el del golpismo destituyente.
Preocupa la distancia entre lo que se hace y lo que se dice. Pareciera que no se logra romper el cerco mediático. ¿Cómo hacemos para comunicar las cosas de otra manera? Pareciera muy difícil establecer diálogos coherentes con cualquier debate al interior de la sociedad…
Los voy a acariciar con la poesía de Mario Benedetti que cantaba Zitarrosa: “Nada es más lento en un andar que un pueblo construyendo la historia”. Desde mi punto de vista, los pueblos no juegan su destino a todo o nada, juegan a la construcción de un destino, que es diferente. Son tiempos históricos. Y nosotros tenemos las ansiedades lógicas de los tiempos biológicos.
¿Y cómo se resuelve ese dilema?
Cuando podamos recuperar la mística militante de la siembra, y no como diría don Hipólito Yrigoyen de las efectividades conducentes, que parece que dominan el panorama, seguramente vamos a poder construir poder popular, que es lo único que le pone límites al sistema demoliberal burgués. El sistema te transforma en testigo de la historia y no en protagonista. La Comunidad Organizada es una herramienta de construcción política de poder popular, que puede llevar a que formulemos una nueva Constitución impregnada de herramientas de gestión activa de la comunidad organizada. Caso contrario, continuaremos con ese espantoso preámbulo de la Constitución Nacional, que dice que “el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes”.
Jorge, esta idea que se viene pensando en varios ámbitos y grupos, de plasmar una nueva Constitución Nacional, no pareciera que tenga en esta etapa a su mejor correlación de fuerzas para siquiera poder ser propuesta…
… por eso mismo no la sacamos, claro. Además, el poder hegemónico ha convencido de que las Constituciones son intocables.
Hay varios países que demuestran lo contrario: Bolivia, Venezuela…
Y en Europa, Alemania modificó su constitución desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora, unas 300 veces. Brasil 60 veces. No son intocables. El poder intenta consolidar de forma pétrea aquello que garantiza un Estado al servicio de las minorías del privilegio…
… minoría de la cual, el Poder Judicial, es parte integrante.
Obviamente. Es el sector financiero, que es lo mismo que decir la embajada de Estados Unidos. Por todo esto, aspiro a que nosotros, como movimiento nacional y popular, no repitamos modelos perversos de construcción de liderazgos familiares, personales o cercanos. Me parece que la dinámica de la política debe ser otra, porque lo que antes hablábamos del poder judicial también se replica en lo político. Debemos avanzar hacia un esquema de conducción colegiado, que permita discutir a fondo lo estratégico, porque sino todo lo que se discute es descontextualizado, no tiene un marco de referencia y entrás en discusiones binarias: blanco o negro.
¿Esta movilización piensa avanzar hacia algún plan de lucha?
Eso se verá con el andar del reclamo popular. Ahora, nuestro mayor objetivo es tratar de apuntalar la unidad del Frente de Todos. Es un tema central. Insisto en que el movimiento nacional y popular todavía necesita agrandarse por derecha y por izquierda.
¿Cómo es eso de “por derecha y por izquierda”?
Por derecha hay sectores del desarrollismo, el lavagnismo, industriales, de capas medias que no están representadas en ningún lado. Y por izquierda, ¿Cuántos socialismos hay? Me importa articular qué proyecto de país estratégico podemos discutir a futuro. Además de fortalecer, desde ya, vínculos con la CGT en su conjunto, los movimientos sociales, porque éstos últimos son nuevos actores a los cuales aún no hemos incorporado. Y gracias a este gobierno hay 1.200.000 compañeros monotributistas que se van a incorporar a la CGT, ese es un dato fundamental. Ni que hablar del teletrabajo, al que aún no lo hemos legislado en cuanto a sus derechos. En medio de todo esto, la pelea interna no le hace bien a nadie. El pensamiento crítico hace bien, lo que no hace bien es que nos publique el diario La Nación en primera página…
¿Para qué creés que está capacitado este gobierno?
Es un gobierno, en el mejor de los casos, de transición. El compatriota que llega de trabajar más de la mitad del día con viaje incluido, no se va a poner a mirar C5N… si es que enciende el televisor antes de irse a dormir. ¿Y qué te dice? Empecemos a escuchar…
En efecto, ¿Qué te dicen?
“Quiero vivir tranquilo”. Eso dicen. Entonces nosotros, ¿Seremos capaces de darles dos años de tranquilidad al pueblo argentino, después de 4 años de peste y 2 de pandemia? La tranquilidad no solamente acomoda las emociones, sino que te saca de esa confrontación permanente a la cual el enemigo te quiere llevar.
Personas mayores como yo, tenemos que estimular el pensamiento crítico. Y las nuevas generaciones tienen que resignificar todo a sus tiempos., no podemos seguir discutiendo quién tenía razón en los años 70, si la patria socialista o la patria peronista; no forma parte del estar situado de hoy.
¿Qué, o quiénes te han generado mayor orgullo en este último tiempo, signados por la pandemia?
Bien, junto a Daniel Gollán estamos muy orgullosos de tantos profesionales de 40 y pico de años, que los conocimos siendo estudiantes, y hoy manejan la salud, han hecho un trabajo espectacular, y si no estuviese tan bajo el autoestima de los argentinos producto de las agresiones del enemigo a las políticas sanitarias, estaríamos llenos de orgullo. Somos el segundo país del mundo occidental en muralla vacunatoria detrás de Portugal. Esto sucede porque nos abrimos al mundo con una concepción multipolar, porque para nosotros las vacunas nunca tuvieron ideología. Y hay una camada de jóvenes que, en la guerra pandémica, han entendido dónde está el compromiso y el amor por su pueblo.
Siempre hay algo por hacer, en definitiva. No quedarnos con que las cosas son como son, sino saber que cualquier cambio comienza por algo, aunque sea una acción pequeña…
Creo que la pandemia dejó algunas enseñanzas y algunas heridas al esquema ideológico neoliberal. La pandemia hirió fuertemente el concepto del Estado al servicio de los sectores privados, y se lo recuperó como diseñador, ejecutor y financiador de las políticas públicas. Esto es un dato a fortalecer. También quedó manifiesto que el individualismo egoísta no sirve cuando hay una agresión y una inminencia de muerte como la que hubo. Además, la pandemia desnudó la crisis civilizatoria global, el calentamiento, la desertificación de la tierra, la concentración, la muerte por hambre… y nunca nadie declaró una pandemia por eso. Los ejes de discusión política para los próximos 20 años van a ser completamente diferentes a los que se utilizaron en los últimos 20 años. Necesitamos hilvanar en lo estratégico para tener objetivos comunes en ese aspecto, sin perder las identidades propias de cada sector que conforma, en este caso, el Frente de Todos.