DE REELECCIONES, INTOLERANCIA E HIPOCRESIA

En los últimos días de 2021, y como producto de un acuerdo entre el oficialismo y la oposición, se produjo una modificación de la ley que limita las reelecciones indefinidas de legisladores provinciales, intendentes, concejales y consejeros escolares.

Esta modificación vino a solucionar y zanjar un problema creado por la reglamentación de la norma, suscripta por la Gobernadora Vidal en 2019, tres años después de la sanción original de la Ley.

Esta reglamentación, tardía y con marcadas falencias técnicas, desvirtuó el espíritu de la ley mediante la introducción de metodologías de computo y excepciones al computo de plazos que de ninguna manera estaban previstas en la letra ni en el espíritu de la norma.

Y cabe aquí preguntarse cuáles fueron las motivaciones que condujeron a la entonces Gobernadora y su equipo a promover este desaguisado, que fue utilizado por numerosos intendentes para burlar la ley. Y peor aún, al no computarse el mandato podían presentarse en 2023 y que ese fuera su primer mandato.

Con la nueva reforma, el año 2027 va a marcar claramente y sin discusiones el final definitivo de las reelecciones, logrando en forma efectiva y eficaz la aplicación real del límite normativo.

Surge aquí otra reflexión a realizar respecto de los modos de adopción y ejecución de decisiones políticas en espacios plurales y múltiples como resultan ser los bloques parlamentarios.

Mientras esos bloques cumplían las órdenes emanadas de la Gobernación, se veía con una mirada crítica, censora y hasta agresiva cualquier conducta por fuera de las decisiones del bloque.

Sin embargo, cuando esos mismos bloques adoptan una decisión que controvierte los deseos de la ex Gobernadora, la conducta adoptada es extorsionar a través de un comunicado público claramente minoritario. Y después votar en disidencia con el propio bloque.

Claramente, la unidad solo se sostiene cuando se adoptan las decisiones que a los vidalistas les gustan. Y caso contrario, rompen esa unidad demostrando que sus convicciones y modo de ver la política es claramente patronal, centralista e intolerante.

Muchas cosas a revisar en Juntos por el Cambio. Hay que evitar por todos los medios posibles que nos vuelva a unir el espanto, y abordar el desafío de encontrar las razones que nos llevan a conformar una coalición con ambición de poder y gobierno.

Un desafío no menor, que algunos dirigentes de JxC no entienden, y no están capacitados para comprender y llevar adelante. El futuro de la Argentina dependerá en gran medida de esa suma o resta de actitudes y visiones individuales de Juntos por el Cambio.

Cristian Herrera
crisherrera@huellassuburbanas.info