
06 Ago Cumbre de los Pueblos del Mercosur
Con más de 600 delegados en representación de organizaciones sociales, sindicales y políticas de los países que componen el Mercosur, se realizó la contracumbre o Cumbre de los Pueblos del Mercosur, en esta ocasión con sede en la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza). Este año dicha actividad se gestó en un marco adverso: por primera vez en 11 años, y violando la normativa del Mercosur, no fue organizada por la presidencia pro témpore, en este caso en manos del gobierno argentino.
El diputado nacional Guillermo Carmona (FpV) destacó –durante el acto de cierre- que “primero vino la exclusión de Venezuela” y ahora “llegó la exclusión de los pueblos con un plan perverso de firmar sin ningún control tratados de libre comercio”.
Entre las conclusiones de la contracumbre, condenaron a los “golpes de Estado parlamentarios (Paraguay-2012; Brasil-2015); la agresión e intento de derrocar al gobierno legítimo y legal de Nicolás Maduro; la imposición de políticas antipopulares y de sometimiento a los designios de Washington, la Unión Europea y las corporaciones económicas de Argentina, Brasil y Paraguay”.
Asimismo, en la declaración manifestaron que “el golpe de Estado parlamentario contra Dilma Rousseff constituye una práctica sistemática de las corporaciones transnacionales para instaurar su modelo de dominación y recolonización de los pueblos de nuestramérica”.
En tanto, este colectivo de fuerzas populares consideraron que “el mayor aporte a la lucha de los movimientos populares por la emancipación de los pueblos y la construcción de la Patria Grande es recuperar para el pueblo a los gobiernos de cada país, poniendo en sus manos las herramientas del Estado en beneficio de los trabajadores, los campesinos y los más humildes”.
Desde los aciagos años 90, las Cumbres de los Pueblos simbolizan un mojón sólido de resistencia al neoliberalismo. En el marco socio económico vigente en nuestros días a escala continental, cobra nuevo impulso el accionar integrado de las fuerzas populares de toda la región, una vez más, en lucha contra los depredadores de siempre, ávidos de concretar un feroz saqueo de nuestros recursos naturales, el desmantelamiento de todo proyecto industrial en ciernes, y en definitiva, una toma por asalto de las finanzas de los países que forman parte del Mercosur. Decisión con aroma imperial que no se aplica sin una feroz represión y persecución de los luchadores sociales.