
03 Ago CUMBRE DE LOS PUEBLOS POR LA INTEGRACIÓN REGIONAL: LA FORMACIÓN EN EL CENTRO DE LA ESCENA
Cuando se estaba organizando la Cumbre de los Pueblos por la Integración Regional, desde el Movimiento Obrero Santafesino -y adhirieron a la idea – inmediatamente las organizaciones sociales – se planteó que la actividad debía tener como uno de sus objetivos centrales avanzar sobre el nivel desconocimiento que en los sindicatos, las instituciones intermedias, los movimientos sociales e inclusive en muchas estructuras partidarias, existe con respecto a los organismos de integración regional, a cómo funcionan, sus alcances, resoluciones, etc.
La posibilidad que en ese día se encontraran referentes de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, Parlamentarios del MERCOSUR, representantes de organizaciones sociales que participaron activamente del proceso de integración regional en épocas de Néstor, Chávez, Lula, Correa, Mujica, Cristina, Dilma y el propio Evo, puso una dosis de experiencia absolutamente necesaria, como así también panelistas que abordaron temáticas específicas para entender que está pasando en el mundo, las correlaciones de fuerza, la conformación del poder real y como esto impacta en la región; que termina explicando porque las cosas suceden de una manera y no de otra. Hecho este, de conocimiento, que luego en la cotidianeidad del gremio, de la cooperativa, la mutual, la asociación vecinal y tantas otras formas organizativas, nos permite analizar la realidad y tomar decisiones con el menor margen de error posible.
A veces, se duda de la utilidad de estos eventos frente a la gravedad de las políticas neoliberales. Es una mirada absolutamente cortoplacista, que desconoce los niveles de relacionamiento entre la estructura y la coyuntura, que limita el análisis a lo de todos los días y se aleja de entender como un modelo de integración regional impactará allí de una manera u otra, dependiendo entre otras muchas cosas, de la visión que sobre el trabajo y la producción se tenga, tanto a nivel gubernamental como desde las propias organizaciones.
Conocer, por ejemplo, a fondo el nivel de relacionamiento con Brasil, los marcos de complementariedad, – elaborados y sostenidos, durante muchos años- y que ahora están siendo desarticulados por las políticas macristas, y que están impactando en el nivel de empleo en las grandes automotrices instaladas en nuestro país, es una demostración de la necesidad de entender el conjunto y no sólo lo local.
Aún más, si hoy se le pidiera en la Provincia de Santa Fe, -a los sindicatos de cualquier tipo – compañeras y compañeros formados en esta materia pues en un futuro gobierno se necesitaría ocupar cargos para que el movimiento obrero tenga representatividad a la hora de las negociaciones, ¿cuantos se podrían aportar? No es sólo tener personas capacitadas para hacer una campaña, después hay que gobernar.
Pero también, ¿cuántos cuadros político-sindicales tenemos en Santa Fe, para representarnos en organismos de integración regional o internacional donde se discuten temas centrales sobre derechos, legislación en este ámbito específico, y estrategias de intervención en problemáticas puntuales, fuera de la OIT? ¿Hay dos por sindicato capacitados en estas cuestiones? Y de existir, ¿alguno de ellos es menor a 35 años?
En la Cumbre de los Pueblos por la Integración Regional se ha dado un primer paso de conjunto para avanzar sobre esos déficits. Aquellos que no terminan de comprender esto, deberían saber que la ignorancia es muchas veces la responsable de grandes errores y peores decisiones.
La valoración del grueso de los participantes rescató entre los elementos positivos, la posibilidad de debatir, repreguntar, y analizar un sinnúmero de ejes y temáticas, que un espacio de movilización, pero también de reflexión, les había permitido realizar.
Y esta conjunción de esfuerzos y metas adquirió otra dimensión para la totalidad de los que estuvieron presentes, al protagonizar un hecho político que, claramente, difería del que Macri y Bolsonaro trataron de gestar oficialmente.