
05 Jun Crítica realidad de los artesanos, manualistas y emprendedores.
Por: El pibe de los Astilleros
Un colectivo abandonado por los gobiernos
La cuarenta se va estirando y viene empujando necesidades, visibilizando crisis estructurales que la clase política, a través de andar por los treinta y pico de años de democracia se olvidó de atender; o mejor dicho, dejaron ahí para que algún político oportunista las utilice para su campaña y después por distintos motivos (deuda externa, déficit fiscal, correlación de fuerzas etc.) no se cumplan las promesas y el pueblo, que por lo general es la mayoría, soporte las necesidades.
Demás esta aclarar que no está en discusión que preferimos y acompañamos este proyecto a la destrucción que nos legó el macrismo. Pero para muchos es preferible quedarnos fuera del calorcito de las oficinas a ser obsecuentes de cosas que en otra coyuntura criticaríamos con rabia.
Ahora, si bien podríamos abocarnos a temas varios, en esta oportunidad atenderemos el tema de una realidad que afecta a un sector que desde el sistemático modelo de destrucción productivo (iniciado en dictadura genocida, continuado por el “gorila de Anillaco” y MM), ha crecido exponencialmente, hoy su realidad deja de ser pintoresca, y pasa a ser muy dura. El sector de los artesanos, emprendedores y manualistas ha perdido su esencia, no pueden armar sus puestos en las plazas de todo el país, no hay turismo que los visite, y muchos de los negocios que les compran tampoco son esenciales y no tienen permitido abrir.
A esto habría que agregarle que la gran mayoría están en la economía informal, y por falta de estar registrados les es muy difícil acceder a alguna ayuda oficial. Esto llevó a que el conjunto de artesanos y sus distintas organizaciones, ya sea por sistema de ferias o por sindicatos, hayan empezado a hacer reclamos, han solicitado a los distintos estamentos de gobierno ya sea municipal, provincial y nacional.
Se han presentado distintos petitorios. Con la firma de 18036 artesanos de todo el país se solicita ser incluidos en un plan de contingencia ahora y después de que termine la pandemia, ya que el turismo nacional e internacional será lo último en recuperarse; así como el IFE fue denegado a muchos o están todavía en evaluación, se solicita en forma urgente el acceso a alimentos y medicamentos, subsidios para poder cubrir gastos corrientes y servicios, además de la reactivación de la producción. Muchos de ellos (como se dice comúnmente) se han “comido” lo poco que han vendido y han tenido que poner otros gastos como prioridad y no la compra de materia prima para poder seguir produciendo.
También se pide el otorgamiento de créditos blandos a tasa 0 con un año y medio de gracia a pagar en cuatro años, esto va acompañado con firmas de artesanos de Santa Fe, Salta, Santiago del Estero, Entre Ríos, Chaco, Buenos Aires, entre otras regiones.
Igual pedido han realizado los delegados de las ferias artesanales de la Ciudad de Buenos Aires. En forma independiente, cada feria presentó notas y sólo hubo vagas respuestas, que evidencian la poca sensibilidad (por ser generoso) para con el sector integrado por artesanos y manualistas; esta administración ha demostrado tener cero plan de contención para el colectivo.
En el Municipio de Morón tampoco hubo respuesta favorable a similar pedido hecho por los artesanos de la feria artesanal. No hay plan de contingencia para la situación del colectivo, dejando sin respuesta a un conjunto de alrededor de 100 artesanos y manualistas que intentan resolver sus problemas, entonces en forma individual.
En consecuencia, con esta realidad, lo que se les pide en razón de urgencia a los distintos gobiernos, ya sea en la ciudad y en los distintos municipios, es armar mesas de trabajo donde se pueda canalizar las demandas y plasmar las soluciones, que requieren inmediatez debido a la gran cantidad de familias que dependen de todas las ferias. Además de poder articular la implementación de una plataforma de cada gobierno para la creación de ferias virtuales, y el permiso de circulación para la entrega de los productos que se puedan vender en forma online.
Algunos podrán pensar que esto es una locura, otros (y apelo a que sean los más) se darán cuenta que no es nada inadmisible; los alimentos y medicamentos es algo que a pesar de la desatención de los gobiernos, a través de la solidaridad de muchas personas, organizaciones y compañeros, se ha ido resolviendo.
Conformar una mesa de trabajo para asegurar que el colectivo tenga un pasar seguro no parecería muy traumático, ya que para atender necesidades de grandes empresarios tienen agenda, no veo por qué no se puede atender a las mayorías… o esperarán que sus culos gordos calentitos en sus paquetas oficinas sean pateados por una horda de artesanos hambreados.