¿Con qué derecho?

En estos días de nuevos combates en la Ucrania nazi de Zelensky, en Europa, democracias estables prohíben canales rusos.
El sr Presidente de la potencia, cuyos líderes super-ultra-millonarios y empleados militares, de prensa, del Congreso, el ejecutivo y la justicia creen ser dueños del planeta, obtiene una guerra al poner sus tropas en las fronteras de otro, entrenando ejércitos y poniendo sus armas al servicio de esa amenaza. Esto, luego de financiar y prohijar nazis como protagonistas de hazañas como un golpe de estado con 100 víctimas, una guerra interna con 14000 asesinados entre los disidentes del Donbass y formar parte ya del mismo ejército.
El sr presidente en cuestión, impulsa al Sr Volodímir a emitir un discurso en el que plantea nuclearizar las fuerzas de su país en guerra civil…y en la frontera de una potencia atómica. Mientras sigue recibiendo armas para resistir la respuesta a sus desatinos por parte de los que están dispuestos a meter mecha, pero no a poner el cuero.
Cuando se establece una mesa de negociación bajo fuego, el pretendidamente agredido (luego de 8 años de sus agresiones a otros) se da 24 hs para presentar sus negociadores.
El conjunto de países controlados u obedientes a la potencia antedicha saca del mundo financiero al pretendidamente agresor, bloquea su provisión de energía para calentar hogares europeos en beneficio de sus propias ventas de gas, anula cuentas de ciudadanos y de bancos en todo el mundo y al aumentar sus apuestas, empuja el precio del gas, del petróleo y los alimentos para propios y ajenos. La hiperinflación que llevó en pandemia a triplicar el costo de sus productos internos es empujada ahora con estas acciones pretendidamente disuasorias a aumentar costos y precios.
Esa misma potencia se mete en una disputa interna china por el territorio de Taiwán, colocando sus barcos en aguas peligrosas y tanteando las defensas de los chinos cada semana.
Cada palabra de las dichas por el más poderoso/más responsable, el que tiene 750 bases militares planificadas en el planeta, aumenta la confrontación y guerra verbal, teniendo en sus manos el control de misiles capaces de terminar la vida y la especie.
Mientras en las pantallas de todo el mundo se ven civiles llorando de un lado de la disputa, otros misiles caen sobre palestinos asediados en la Israel pro-norteamericana, yemeníes en conflicto con Arabia Saudita aliado al gobierno norteamericano, drones estadounidenses atacando con daños colaterales en las disputas internas de Somalía.
El silencio atronador de los gobiernos apretados/cómplices/obligados por las circunstancias ante todo esto es fuerte como la injusticia.

Gustavo Zapata
gustavo.zapata@huellas-suburbanas.info