Basta de cartelitos

Gentileza: Horacio Cesarini

Basta de cartelitos donde se dice que está en riesgo la democracia. Lo que está en riesgo es la Argentina de los derechos políticos, económicos, culturales y sociales que puso en marcha el General Perón, reconquistados y ampliados por Néstor y Cristina Kirchner.

Los mismos intereses oligárquicos-imperialistas que bombardearon la Plaza de Mayo en junio de 1955, saturan las pantallas de televisión con el show montado con la detención de Boudou, inspirador de la nacionalización de las AFJP, medida que sirvió para poner en marcha la AUH y terminar con el gran negocio de la banca extranjera que se quedaba con el 35% de los aportes jubilatorios.

El gobierno de los Ceo’s y la oligarquía acelera a fondo para poner en marcha una política que llama de «apertura al mundo”, de “austeridad” y «modernización» que no es otra cosa que un feroz ajuste neoliberal, cuyo nombre real es el de una política colonial. Para ello es preciso, amparados hoy en la legitimidad de un 40% de votos (diez por ciento menos que en 2015), destruir el peronismo. Frente a ese panorama, hay quienes creen que llegó el momento de aconsejar a la CGT o a la dirigencia peronista, desorientada por la derrota electoral fruto de su división por décadas, de cuál es su deber o como obrar frente a Macri. No es así.

En la aparente falta de reacción del peronismo, se agazapa su contenido revolucionario, así como en la verba encendida de la izquierda trotskista se esconde su carácter funcional al poder. El peronismo actual no es el de Perón, pues el mundo, América latina y la Argentina no son los mismos. Sin embargo la historia no encontró otro camino y los pobres, la clase media más humilde y los trabajadores están sin duda en el cauce creado por Perón hace 70 años. Y allí debemos pelear por el reagrupamiento que levante las banderas de la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social, para enfrentar a la rosca imperialista compuesta por viejos radicales alvearistas, socialistas juanbejustistas y neo peronistas panzones y satisfechos que siempre pulularon y pululan en el movimiento peronista. Deberá ser el peronismo, nuevamente, el eje de reagrupamiento de las fuerzas nacionales y populares para retomar el camino de la Revolución Nacional cuando “el pueblo haga tronar el escarmiento”.