
09 Abr Balanza de pagos. Lo que no te cuentan.
Por: Martín Scalabrini Ortiz
En medio de esta tremenda construcción de discurso gubernamental que llega al punto de que el Ministro de Educación relativice el papel del nazismo en Europa, por tener incrustado el concepto de «diálogo» y «tolerancia» al referirse a un Genocidio, estaba mirando los datos de la Balanza de Pagos.
La balanza de pagos es el medio por el cual se puede saber de qué manera intercambiamos riqueza con el resto del mundo. Son unos cuantos números y es interesante conocer la progresión.
http://www.indec.gob.ar/uplo…/informesdeprensa/bal_03_17.pdf
La Cuenta Corriente muestra el intercambio de bienes, servicios, rentas y transferencias. La Cuenta Financiera muestra el financiamiento del resultado de estas transacciones. Aquí aparece la deuda tomada, entre otras cosas.
Para no entrar en detalles, se puede decir, en línea generales, que se vendieron más productos primarios. La venta de cereales subió un 44% en comparación con el año 2015, lo que equivale a un aumento de U$S 2.133 millones, siendo el rubro más significativo. La Manufacturas de Origen Agropecuario se mantuvieron constantes y las Manufacturas de Origen Industrial cayeron un 7%, siendo la baja más importante la de Material de Transporte Terrestre con un 16% (U$S 983 millones menos). Hay que decir que este rubro subió en la comparación del último trimestre un 13%. De esto, entre otros datos, se aferran algunos funcionarios mostrando que «la cosa está mejorando».
Nuestra economía extranjerizada implica que todos los años existe un déficit en utilidades y dividendos que hay que financiar con otra cosa (superávit comercial, deuda externa o reinversión de esas utilidades). Hace años que esto ocurre. En 2016 fue de U$S 6.865 millones, mientras que en 2015 fue de U$S 7.646 millones. Las empresas extranjeras ganaron menos, pero además pusieron menos y se llevaron el resto. La Inversión Extranjera Directa fue de U$S 5.745 millones, contra U$S 11.759 millones del 2015. Para un gobierno que apuesta a la inversión para el crecimiento de la economía, sobre todo extranjera, es un fracaso absoluto.
Además, el déficit en la cuenta Servicios pasó de U$S 3.925 millones en 2015 a U$S 7.010 millones en 2016. Principal causa, los viajecitos de nuestros compatriotas al exterior que costaron U$S 3.598 millones, un aumento del 137% respecto de 2015.
Como los dólares no alcanzan se salió a pedir deuda. Ahora que estamos «abiertos» al mundo ingresaron un neto de U$S 28.894 millones (diferencia entre lo que se pidió y lo que se pagó). Parte para financiar este déficit y parte para aumentar las reservas del Banco Central en U$S 13.725 millones (para mostrar solidez y aumentar la confianza, vio?).
En definitiva, economía más primarizada, divisas más concentradas en los que manejan el comercio exterior (cerealeras), menos puestos de trabajo industrial por aumento de importaciones de Bienes de Consumo y menor cantidad de componentes nacionales en máquinas y equipos (como muestra el informe del Nivel de Actividad del Indec) y, por lo tanto, una economía más concentrada y extranjerizada que antes con menos puestos de trabajo y de menor calidad.
Algunos están de parabienes, la mayoría no. De eso se trata.