Aprendizajes comunitarios silvestres

Presentación del Consejo vecinal UGC 2 Haedo para el Presupuesto  Participativo

Como vecinas y vecinos del barrio de Haedo, nuestra participación está basada en la importancia de la construcción colectiva del espacio público.  Desde allí nuestro trabajo es un aprendizaje cotidiano y transformador de la relación que tenemos con la Naturaleza de la que formamos parte.

A partir de cultivar y plantar flora nativa vamos gestando la reconstrucción del ecosistema originario de nuestra región, ya que provee de alimento a  la fauna asociada de insectos y aves también nativos. De esta manera se revaloriza nuestro patrimonio biológico y se propicia su equilibrio.

Por otra parte, estas acciones son disparadores de preguntas y replanteos acerca de nuestra cultura, puesto que conservan memoria, saberes ancestrales que están invisibilizados por un patrón hegemónico dominado por el mercado, que nos ha empujado hasta la situación actual de pandemia.

Por eso planteamos dar un paso más hacia la profundización de estas acciones y conocimientos, con un proyecto presentado a través del Presupuesto participativo, de armado de talleres de educación ambiental y construcción de un vivero cooperativo de plantas nativas que genere trabajo local.  Lo impulsamos desde el Consejo Vecinal en un terreno contiguo a las vías del ferrocarril, en el extremo de la plaza de Goria, cuyo uso creemos que también mejorará el concepto de áreas residuales o «peligrosas» de estos espacios tan comunes en las ciudades.

Cada puerta abierta a la curiosidad, el conocimiento y la empatía que logremos entre todxs  es un paso hacia la formación de un nuevo  paradigma del Cuidado de nuestra casa común y de la vida. Porque creemos que sólo replanteando lo  aprendido  y recreando saberes originarios es la mejor manera para poder estar y amar.

Proyecto: Aprendizajes comunitarios silvestres

Presentación:

El proyecto consta de un conjunto de propuestas socioambientales que apuntan a recomponer, revalorizar y afianzar el vínculo cultural de las personas con la Naturaleza de la que somos parte.

Las actividades propuestas buscan transformar la experiencia espacial a través de un paisaje construido colectivamente, dinámico y cíclico, que estimule lo identitario con una nueva mirada hacia lo silvestre, la flora y fauna nativa, y de esta manera propicie la integración comunitaria al territorio.

Se plantea un área de trabajo en un extremo de la Plaza Medialuna de Goria, entre las calles

Directorio y Defensa, en el terreno lindero a las vías del ferrocarril.

Fundamentación:

La ciudad como objeto cultural altamente complejo se ha tornado paradójicamente frágil en el  contexto actual de pandemia, producto de su propia matriz antropocéntrica. Sin embargo, abre una especial oportunidad para repensar su génesis y evolución.

En este sentido, podemos detenernos a analizar que habitamos en lugares donde existieron múltiples formas de vida diferentes, que fueron desplazadas material y simbólicamente.

Resulta entonces una tarea interesante modificar la percepción e interpretación del paradigma civilizatorio actual,  creando un espacio de conocimiento acerca de la Urdimbre Originaria de la  biodiversidad en nuestra región y en nuestro barrio, que aún hoy resiste bajo las múltiples  capas de sucesivas tramas sociohistóricas que la empujan al límite de su resistencia.

Creemos posible y necesario iniciar un camino de continuidad en los paisajes: abrir un nuevo diálogo entre el movimiento externo de la ciudad y el conocimiento de las fuerzas internas naturales, que sostienen la existencia para que germine la resignificación del cuidado y respeto de nuestra Casa común, el reconocimiento de la diversidad cultural, la importancia de la  participación comunitaria y el desarrollo del pensamiento crítico expresado en acciones  cotidianas que promuevan el desarrollo sostenible.

Diagnóstico:

El espacio previsto se halla contiguo a las vías del ferrocarril en Haedo, desde las calles Directorio hasta Defensa, ocupando una extensión aproximada de 200m de largo por 8m de ancho. Dicho espacio es un área propicia para proyectar el desarrollo de tareas relacionadas al cuidado ambiental, ya que resulta accesible para la comunidad por su contacto próximo con el barrio y con la plaza.

Por otra parte, sus dimensiones son aptas para las actividades propuestas y consta además de  un arbolado que asegura la posibilidad de planificar diferentes áreas de trabajo con sectores de sombra.

Actualmente está delimitado por un alambrado en uno de sus lados, que sólo requiere  extenderlo en su perímetro para abrazar el sector y garantizar la seguridad.

Es un espacio verde donde crecen plantas silvestres espontáneamente, y el cual nos invita a  revalorizarlo, y a la vez propiciar una educación ambiental que promueva el cuidado y la  reciprocidad en las relaciones.

Objetivo:

Convertir el área descripta en un espacio de trabajo y educación colectivo barrial que permita a su vez transformar el paisaje residual, que sólo es visualizado como las espaldas de La Cantábrica, a un paisaje germinativo de educación ambiental.

Expresar el respeto y el valor de la biodiversidad cultivando especies de nuestra flora nativa, que aseguran el sostén de otras muchas y variadas especies.

Armar un corredor biológico que resulte el instrumento pedagógico de experiencias  comunitarias reveladoras, cuyos saberes y prácticas gesten y desarrollen un compromiso con el cuidado de la Tierra.

Actividades específicas:

Promover experiencias colectivas sobre cultivos y mantenimiento de plantas y árboles nativos de nuestra eco-región.

Construir un vivero local con trabajo cooperativo. El mismo se organizará de forma autogestionada, generando los recursos necesarios para su mantenimiento y desarrollo.

Desarrollar módulos de plantación con la flora cultivada que configuren una construcción por etapas de un corredor biológico.

Desarrollar talleres, charlas, jornadas de observación y registro de especies que convoquen a escuelas, organizaciones barriales, culturales, sociales, a vecinos y vecinas en general.

Involucrar a la comunidad en la práctica de compostaje de residuos orgánicos domiciliarios, cuya producción resulte útil para la regeneración del suelo que se encuentra degradado.

Trabajar colaborativamente con asociaciones, ONG, movimientos, grupos y/o personas del distrito fomentando tareas y creaciones en común que fortalezcan los vínculos en el barrio.

Materialización:

Nivelación del terreno y limpieza.

Armado cerco perimetral del espacio.

Provisión de una salida de agua para riego.

Traslado de tierra y maderas para el armado de los bancales

Traslado de vagón ferroviario para usos múltiples.

Juan Carlos Dennin
juancarlos@huellas-suburbanas.info