
28 Ago ¿Algo huele mal en Juntos Morón?
La espiral ascendente del escándalo, o un recorrido por el nuevo Círculo que ni el propio Dante pudo avizorar…
Juntos Morón atraviesa horas de mucho revuelo y esquirlas, que salen eyectadas sin control y podrían ocasionar no pocas heridas (y heridos, para no omitir lo inclusivo en el concepto…) al interior de su amplio núcleo militante y dirigencial.
Primero, la bajada forzosa de la lista que pretendía catapultar al empresario Ariel Diwan como tercera opción para la PASO distrital del mencionado frente (¿político o meramente electoral?). días atrás, se añadió una contundente declaración del concejal Dr. Cristian Herrera (monobloque “Cambiemos”), quien, sin anestesia, ofreció una toma de posición personal tan contundente como intenso el panorama que, a partir de la misma, dejó al descubierto.
Desde sus redes sociales, esto fue lo que declaró el citado edil:

Concejal Dr. Cristian Herrera
“Después de un proceso de reflexión y análisis profundo, llegué a la conclusión que el PRO ya no representa los ideales que me llevaron desde muy joven a interesarme en la actividad pública y política. El encierro, el unicato, la militancia rentada y la utilización de recursos estatales para finalidades distintas a las que están destinadas me aleja de esa estructura política que supo ser novedosa y hoy ya ha dejado de serlo. Prefiero y elijo la política bien entendida. La militancia por pasión y convicciones, y no por contratos. La discusión franca y democrática, sin imposiciones ni jefaturas no legitimadas. La competencia democrática, sin proscripciones ni protección a candidatos que tienen conductas personales altamente reprobables y sospechosas. Sigo perteneciendo a Juntos por el Cambio. Y elijo liderazgos inteligentes, democráticos y generosos. Y elijo los valores y la forma de entender la política de dirigentes como Sebastián García de Luca, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó. Creo, con profunda convicción, que el futuro de Juntos por el Cambio y de nuestro país es por ese camino. Por eso en estas PASO voy a apoyar sin dudar a Emilio Monzó como candidato a Diputado Nacional, a Joaquín De la Torre como candidato a Senador Seccional y no voy a apoyar a ninguno de los candidatos locales de Morón. Son dos listas que no me representan en mis valores y en mi manera de entender la política y la vida”.
Atentos con que se llegue a sacudir demasiado un colmenar adherido precariamente a la rama del árbol; las consecuencias podrían acarrearle un alto impacto y daños de difícil reparación a la confianza que una importante porción de nuestro electorado sigue prodigándole a la fuerza que supervisa el ex intendente Ramiro Tagliaferro.
Pero el testimonio no acaba ahí. Como diría Vox Dei, “acá no termina. Acá empieza”. Es sólo un portal que se abre con destino a mayores precisiones y profundidad en no pocas miserias internas, que a la luz de los acontecimientos, clamaban por salir a la luz, cual olla a presión descuidada y con la hornalla encendida a tope…

Ramiro Tagliaferro
Dimes y diretes de una caja oculta…
El portal informativo www.dataclave.com.ar denuncia en su nota titulada “Tagliaferro pierde caja en la Legislatura y simula PASO local en Morón”, publicada el pasado 27 de agosto, que, entre otras cuestiones, un móvil que propicia la intención del ex intendente de Morón por alcanzar una bancada en la senaduría provincial, estaría estrechamente ligada a que “este no será su año pero aspira a la posibilidad de convertirse en el primer reemplazo en la lista de sucesión ante una baja en el Senado. Su anhelo tiene lógica. En la actualidad, el ex jefe comunal cuenta con dos representantes en la Legislatura: María Eugenia Brizzi por la cuarta y Néstor Résico por la sexta. La diputada tiene mandato hasta 2023; sin embargo, el legislador culmina en diciembre y no renueva. De esta forma, el ex mandamás de Morón pierde poder de representación interno”, señala el portal, al tiempo que una fuente por ellos consultada, compromete aún más la figura de Tagliaferro, al afirmar en dicha nota que “Sale a jugar porque él pidió ir a la seccional ya que con la salida de Résico pierde una caja que ole permite llevar la vida que iene desde que dejó de ser intendente. Sin trabajar (…) todos estaban convencidos de que él tenía que encabezar (en Morón) pero un concejal allí gana entre 50 y 60 lucas. Y con eso no se puede justificar” (se deduce, el estándar de vida que sostiene el ex funcionario).
Preparen la mesa, que ya estamos poniendo a hervir los fideos…
Llegados a esta instancia, decidimos consultar directamente al concejal Herrera sobre toda esta problemática que, si bien distanciado del bloque del Pro en Morón, como integrante del Frente Juntos (por el Cambio), es de su entera incumbencia y preocupación.
En tal sentido, Herrera declaró a este medio que “Ramiro Tagliaferro se olvidó de los vecinos de Morón durante 1 año y medio; misma actitud que otros varios dirigentes del Pro, que se quedaron viviendo en sus casas, o aquellos que directamente se fueron a vivir al exterior, como Guillermo Dietrich, y que reaparecieron en época electoral a medrar con el interés de la gente, en búsqueda de satisfacer sus propios intereses”.
En consonancia con lo que, días atrás, denunciaba el portal www.dataclave.com.ar, Herrera profundizó su distancia con el ex intendente, al sostener que “(Tagliaferro) se puede quedar en tal situación de comodidad porque vivió de una proporción de los contratos que en la legislatura tenían sus diputados provinciales. Es inaceptable vivir de fondos que están destinados para ayuda social en el medio de una pandemia, y para colmo no hacer nada en este contexto, para al menos ponerse codo a codo con sus concejales y salir a recorrer los barrios, y ayudar a los vecinos: su ausencia es directamente proporcional a su falta de interés por el sufrimiento de los vecinos de Morón” disparó a quemarropa.
Y hay más. Añadió el concejal que “habría que preguntarse si acaso hay políticos iluminados a los que hay que mantener con recursos públicos mientras no trabajan. Acá no existen las monarquías”.
Si le faltaban condimentos a las declaraciones del dirigente, arremetió con la fuerza del mejor jab de izquierda: “Para colmo, hay rumores muy bien fundados, que indicarían que el ex intendente estaría recibiendo otros beneficios vinculados al control de los registros 3 y 6 del Automotor en Morón, asignados en 2018 a personas de su círculo de confianza. Y que amerita ser debidamente investigado. Todo lo cual me traza una frontera de índole moral, que no puedo ni deseo cruzar, ni con Tagliaferro ni con los miembros de su bloque, quienes muy probablemente sabiendo de estas situaciones poco claras, por no decir turbias, no han hecho nada, o siquiera mostrado interés en investigar al respecto, dejando así entrever la hipótesis de legitimación de todo ello. Con su presencia y continuidad en el bloque de Ramiro Tagliaferro, convalidan sus conductas” remató.
Coronó su testimonio aclarando que, en el ámbito distrital, él acompañará la candidatura del Dr. Iván Ponce Martínez “por convicción y filiación ética” más allá de que éste último integre la lista de “Avanza Libertad” y no del frente “Juntos”.
“Las dos propuestas de Juntos por el Cambio en Morón son marcadamente mediocres, por lo cual reitero que no las apoyaré ni ahora, ni en noviembre”. “Estos manejos poco claros de recursos públicos son un límite infranqueable. Discrepo con ese modo de actuar. Entiendo que es inmoral. Y en medio de una pandemia, es doblemente censurable y condenable. No me sorprende, reafirma las razones por las que en algún momento renuncié a mi cargo en el Ejecutivo Municipal en 2017. Me fui cuando todos querían quedarse. Soy siempre leal a mis convicciones”, culminó, directo al hueso, Herrera en su testimonio.
La escena está delineada. Algo huele mal en Dinamarca, diría el eximio escritor y dramaturgo. Será nuestra obligación, desde la premisa que siempre enarbolamos en Huellas Suburbanas, que es la honestidad intelectual en la elaboración de nuestros contenidos, de avanzar en esta verdadera punta de iceberg que promete arrojar mayores y grandes sorpresas, aún a la espera de ser desenmascaradas.