ABAJO LOS PRIVILEGIOS

Hasta ahora todos los temas que el gobierno macrista intenta cambiar y supuestamente “mejorar” implican caídas en el ingreso y calidad de vida de la mayoría de la población, con transferencia de esos ingresos hacia sectores concentrados de la economía. Por ello, no dudan en generar “nuevas verdades” (post verdad le llaman) que en realidad son MENTIRAS. Así lo hicieron durante el año 2016 cuando implementaron el ajuste de las tarifas de los servicios públicos, al que denominaron Adecuación Tarifaria. Además, cuentan con un porcentaje elevadísimo de comunicadores  y medios de difusión que repiten estas “construcciones discursivas” hasta que los imponen en la masa más o menos afín, lográndolos convencer, venciendo la natural resistencia al cambio y la reacción ante la injusticia del saqueo de derechos. Este es el autodenominado Gobierno del Cambio. Apretaron el acelerador, luego de las elecciones de octubre pasado. “Ahora o nunca” se le escuchó decir a Mauricio Macri en uno de sus discursos. Arremetieron contra los jubilados, cambiándoles la fórmula de actualización de los haberes, siempre apuntando hacia la baja, el recorte y ajuste. Pero simultáneamente condonan deudas previsionales a los empresarios que blanqueen a los empleados que tuvieron en negro, a los que no realizaban los aportes jubilatorios.

Iniciaron una avanzada mediática sobre las jubilaciones con el argumento de “eliminar” las de privilegio. Tanto el Presidente como la Gobernadora de la provincia de Buenos Aires esgrimieron en distintas intervenciones, nuevamente una “construcción discursiva”, que resalta la encomiable tarea de eliminar PRIVILEGIOS. Amplias capas de la sociedad de todos los niveles económicos apoyan la supuesta igualdad que la tarea propuesta tiene como objetivo. Una supuesta sociedad más justa y equitativa. ¿Quién puede oponerse a ello? Pero el resultado no es ése. Hasta ahora los más pobres tendrían menos y los más favorecidos, tendrían más. Eso no es justo ni equitativo. Así plantea este gobierno la distribución del ingreso nacional.

Estimado lector, las llamadas Jubilaciones de Privilegio eran aquellas que la clase política se había otorgado, sustentándolas en otro contexto, donde quien ocupaba un cargo electivo en el Congreso, en un Concejo Deliberante o en el Ejecutivo, sea Presidente, Vice o Ministro, tenía derecho a jubilarse con muy pocos años de aportes, comparándolos con el régimen general, porque se decía que luego de pasar por la función pública era muy difícil que consiguieran trabajo en el sector privado, esto teniendo en cuenta el desprestigio que era en aquellos tiempos abrazar la carrera política. Como consecuencia de los sucesivos golpes de Estado que desde 1930 asolaron la vida política argentina, muchas personalidades acababan en la cárcel y las campañas de desprestigio en contra de los depuestos gobiernos y sus integrantes eran habituales. (Un apartado para otra nota: Hemos vuelto a aquellas viejas épocas.)

Por lo tanto, resta decir que las llamadas jubilaciones de privilegio, fueron derogadas y limitadas por una ley del Congreso de la Nación, en el año 2002, cuando gobernaba Eduardo Duhalde. Una sociedad crispada le reclamaba esa decisión.

Los regímenes actualmente vigentes, a los cuales se le quiere cargar el mote de Privilegio, son los llamados regímenes especiales, conseguidos implantar a través de la lucha de distintos sectores y que obedecen a la naturaleza misma del trabajo. Sólo dos ejemplos: El régimen especial para docentes, quienes pueden jubilarse antes de llegar a los 60 años de edad, en el caso de las mujeres. ¿Alguien puede imaginar a una señora de esa edad dando clase en Jardín de Infantes o dando una clase de gimnasia? Otros gremios como camioneros, choferes de colectivos, mineros, petroleros y taxistas, que por la dureza que imponen las tareas se ven afectados físicamente, por ello la ley les permite jubilarse antes. Hay una serie de trabajadores que tienen el DERECHO (no privilegio) de dejar de trabajar antes que la mayoría.

En los tiempos que corren, se ve que la mejor manera de eliminar un DERECHO es disfrazarlo de PRIVILEGIO.

Roberto Coluccio
roberto@huellas-suburbanas.info